Estamos en un país donde las inequidades y discriminaciones tienen patrones espaciales. En efecto, según los clichés, “el pobre” vive en barrios pobres con mucha inseguridad; y “el rico”, el, vive en zonas ricas. Con mucha inseguridad también, parece.
¿Un punto en común? El primero evita muestra signos exteriores de riqueza mientras el segundo se esconde atrás de fortalezas. Resultado generalizado: construcciones donde no importa mucho la estética, y si importo en un momento dado la tienen escondida. Aplicación triste y mediocre del interior sacralizado de la arquitectura árabe, luego española y por fin antigüeña.
Al encierro sociológico le corresponde también, por supuesto, la dificultad encontrar oxígeno no solo mental sino concretamente aire en zonas donde quedarse atascado en el tráfico significa perder años de vida por inconsciencia. ¿O es que quieren vivir menos? Yo ¡ no!
Por ese camino viene el concepto de CASA ENTRE OXIGENO, CASA QUE RESPIRA.
Se maneja en dos aspectos:
- La ubicación de la futura vivienda;
- La estructura estética de la construcción.
La ubicacion de la futura vivienda
En nuestro ejemplo, la casa está ubicada norte-este por el emplazamiento del lote. Se encuentra a la salida de un barranco que baja desde las alturas de Pínula. Es decir que a pesar de encontrarse a cinco minutos del bulevar Próceres y de la Zona Pradera, el lugar beneficia de un aire no contaminado.
Por el efecto de corredor de flujos que da el barranco, siempre pasa aire, brisa o también viento. Así que si la construcción se encuentra de hecho expuesta a las intemperies en invierno (lluvia y viento), se queda fresca durante todo el periodo de calor.
Cual que sea a donde dirigen la vista desde el techo de la casa se encuentran áreas verdes (barrancos, cementerio, terrenos comunales con bosque, terrenos particulares, montañas), a pesar de que la construcción está ubicada en una lotificacion. A cinco minutos en carro de la Zona Pradera…
La estructura estética de la construcción
La fachada es abierta. ¿Qué quiere decir eso? Significa que mirándola, se puede identificar la organización de los espacios horizontalmente y verticalmente. Parece como un cubo al cual se le quito una esquina para poder ver lo que tiene a dentro.
Asimismo se trabaja perspectivas para darle más profundidad a la vista, con las terrazas. Finalmente, a pesar de lo que parece une torre imponente, el conjunto es acogedor. Es una casa que muestra la cara, no que da la espalda al visitante o quien la mira.
Sabiendo que no se pierde ni un centímetro cuadrado en esa gestión del espacio.
El uso de plantaciones contribuye a esa visión de casa abierta, oxigenada. Como veremos en otros capítulos, esas manchas verdes también participan a la seguridad de la vivienda, y son el primer paso del “camino verde”.
Aquí viene la pregunta: pero con la situación que vivimos, una casa así seguro la van a robar cada dos semanas! Vamos a ver que no. En el próximo capítulo, siempre con el ejemplo de la casa “El Caracol Azul”, veremos que se puede lograr tener una VIVIENDA ABIERTA CON SEGURIDAD.
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